- Ficha técnica
- Características de la Sociedad del Conocmiento
- Análisis del capital humano. Gary Becker
- Economía del saber
- Capitalismo cognitivo. Antonio Negri
- Significado de cerebro como organización
- Holografía: aprender a aprender
- La especulación acerca de los efectos de la tecnología
- El Elegido
- El Oráculo-género-bruja
- Ni siquiera nos movemos, somos simple energía para una compleja maquinaria
- Fabricación digital. La Informática a superado a los dioses
- Postmodernismo
- Cine y Cómic. Lenguaje cinematográfico
A nuestro grupo nos ha tocado la pregunta 7, que pasamos a desarrollar:
LA HOLOGRAFÍA. Otro modo de ver la realidad
¿Viste alguna vez un holograma?... Es una imagen tridimensional suspendida en el aire, como si estuviera en otro mundo, aunque ahí frente a tus ojos, símil a un fantasma. Si uno la intenta tocar, el dedo no encuentra resistencia y cruza la forma. El fenómeno fue semillero de geniales imaginaciones, no sólo científicas. Mucha gente lo conoció por ser una técnica de comunicación central en la espectacular saga cinematográfica Star Wars o Matrix.
Se trata de una técnica avanzada de fotografía, que consiste en crear imágenes tridimensionales. Para esto, se utiliza un rayo láser que graba microscópicamente una película fotosensible. Ésta, al recibir la luz desde la perspectiva adecuada, proyecta una imagen en tres dimensiones. Fue inventada en 1947 por el físico húngaro Dennis Gabor. Originalmente, Gabor quería encontrar una manera para mejorar la resolución y definición de las imágenes del microscopio electrónico. Llamó a este proceso, Holografía, del griego "holos", que significa "completo", ya que los hologramas mostraban un objeto completamente y no un sola perspectiva.
Uno de los avances más prometedores hechos recientemente ha sido su uso para los reproductores de DVD y otras aplicaciones. También se utiliza actualmente en tarjetas de crédito y discos compactos, además de su uso como originalidad y seguridad.
- Paradigma Holográfico
Es un modelo científico que no cree en el espacio-tiempo, que encuentra relaciones entre la ciencia y la religión. Que se basa en el principio del holograma: la parte en el todo y el todo en la parte. Controvertido y polémico, rompe por completo con las concepciones actuales de realidad.
En cada parte del holograma está el todo. El todo en la parte. En cada pedacito, o porción, está la información del holograma entero. Ese concepto fue el que sedujo al físico David Bohm –que había sido compañero de trabajo de Einstein-. Porque era exactamente lo que él quería decir, con su arriesgada hipótesis científica sobre nada menos que la realidad: no sólo la parte estaría en el todo –como ya sabemos-, sino que cada parte del universo, del mundo, del cuarto en el que se lee esta nota, tendría la información de todo. “El universo es un holograma gigantesco espléndidamente detallado, un fantasma”, ha dicho Bohm (1917-1992), citado por el psicólogo y filósofo contemporáneo Ken Wilber, en “El Paradigma Holográfico” (recopilación de artículos sobre el nuevo modelo).
Si el físico tuviera razón la realidad sería un todo sin tiempo, sin espacio, “un espectáculo mágico”; y nuestra limitada concepción de mundo: “una ilusión lejana”, explica el neurocientífico Karl Pribram -fundador junto a Bohm del paradigma por los años setenta-. Al mejor estilo “Matrix”, la espectacular película de ciencia ficción, estaríamos viviendo una “realidad no real”, inconscientes de “la realidad real”.
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